Incendios forestales: el problema medioambiental candente
El INE publicaba en el Anuario estadístico de España de 2019 el conjunto de estadísticas generales de todos los temas de interés general. Entre ellas se encuentran varios indicadores que miden la situación medioambiental. Dentro del mismo se encuentra la medición y contabilidad de los incendios forestales que determina la cantidad de estos fenómenos producidos en España durante los último años. A través de esta estadística se expone la cantidad de superficie (en hectáreas) que el fuego ha arrasado en España. También, se valora el tipo de suelo (herbáceo, arbóreo, matorral etc.) que se ha quemado a causa de las llamas. Según EpData (*) hasta el 6 de septiembre de 2020 se habían quemado 46.322,34 hectáreas de superficie en un total de 6.172 siniestros ocurridos desde que comenzó el año. Los datos arrojan hasta esa fecha un 61,93 por ciento menos hectáreas quemadas que hace un año (2019). También hay que tener en cuenta que el fuego no afecta a todas las Comunidades Autónomas por igual ya que factores como el clima o una mayor superficie vegetal pueden cambiar totalmente el curso de cada incendio. Veamos este gráfico que concentra el número de incendios entre 2006 y 2015. Se aprecia claramente que debido a sus condiciones geográficas, Asturias y Galicia son las que tienen las cifras más preocupantes concentrando el mayor número de siniestros.
Incendios forestales en España (N.º siniestros, 2006-2015)
En España es un problema que no deja de aumentar en su impacto ya que cada vez los incendios son menores pero mucho más graves. Durante cientos de años, el fuego era una herramienta natural para la regeneración de bosques y terrenos, pero ahora se conoce que un 96% de los incendios es ocasionado por el factor humano (*1) dejando muy lejos ya el factor natural. Además, hay diferentes categorías de incendios. La más grave son los grandes incendios forestales (GIF), que desgraciadamente no son una foto en movimiento, y que cuando se producen queman más de 500 hectáreas y ocasionan daños colaterales muy graves como el fallecimiento de personas o la pérdida de bienes. Según Greenpeace, los 56 grandes incendios forestales de 2017 fueron responsables de la destrucción de casi el 55% de las hectáreas quemadas ese año. Esta misma organización clasificaba las causas de estos incendios en 3 apartados clave. El primero de ellos y por todos conocido es el cambio climático que provoca un amento de la temperatura del ambiente y del suelo, provocando que la vegetación esté más seca y el ambiente menos húmeda. El segundo es el aumento de la vegetación continuada fruto del abandono de las tierras por el éxodo rural, el pastoreo, la roturación etc. El tercero y último es la gestión irregular de la urbanización en terrenos montañosos que no tienen defensas ante los incendios forestales (*1). Si se piensa bien es muy conocido en el paisaje español caminar y encontrarse una urbanización en medio de un bosque rodeada de árboles y esplendorosa vegetación. Sin embargo, aunque sea espectacular para la vista y las casas con un bosque al lado se vendan en minutos, todo ello puede cambiar en un segundo y los edificios reducirse a escombros. La naturaleza, con problemas como los incendios, puede pasar en un momento de ser un aspecto vital y vivaz a ser un arma llameante imparable. Y no vamos a culpar a la vegetación, que lleva ahí muchos más años que todos los residentes del lugar juntos, sino al negocio urbanístico que siempre ha preferido el dinero a cualquier otra cosa llamada seguridad o sentido común.Citando a WWF España: “cada árbol que acaba en cenizas nos aleja más de vencer al cambio climático” porque muchas veces ninguno de nosotros somos conscientes de la funcionalidad que tiene la vegetación para el desarrollo de nuestra vida. Entre otras muchas funciones y aportaciones, gracias a ella podemos respirar. Los bosques se encargan de filtrar todo el CO2 que se produce generando oxígeno(*2) y son el hogar de numerosas especies. Por ello, las políticas sostenibles y la concienciación con prácticas acordes con el medioambiente deben ser los parámetros habituales de nuestras instituciones. Muchas veces se acusa al cambio climático del culpable de las catástrofes como si fuera un ente corpóreo superior a nosotros, como un tipo de deidad inalcanzable y oportunista con cada desgracia, sin darnos cuenta que frenarlo está totalmente en nuestras manos y somos nosotros los únicos causantes. Porque bien es sabido que quién con fuego juega, rápido se quema. Concienciémonos.
INE (Instituto Nacional de Estadística). (2019, marzo). Anuario estadístico de España 2019. INE. https://www.ine.es/prodyser/pubweb/anuario19/anu19_completo.pdf
*https://www.epdata.es/datos/incendios-forestales-datos-estadisticas-cifras/267#:~:text=Seg%C3%BAn%20el%20avance%20de%20datos,ardi%C3%B3%201%20hect%C3%A1rea%20o%20menos. (EP Data, 2020). Recuperado 12 de octubre de 2020.
*1Greenpeace. (s. f.). Incendios forestales. Greenpeace España. Recuperado 12 de octubre de 2020, de https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/bosques/incendios-forestales/
*2WWF España. (s. f.). Incendios forestales. Recuperado 12 de octubre de 2020, de https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/bosques/incendios_forestales_/
*3 Prieto, F. (2017, agosto). Incendios forestales en España. Importancia, diagnóstico y propuestas para un futuro más sostenible%23ObservatorioSociallaCaixa. Fundación La Caixa. https://observatoriosociallacaixa.org/-/incendios-forestales-en-espana-importancia-diagnostico-y-propuestas-para-un-futuro-mas-sostenible
El principal problema somos nosotros los seres humanos como en casi todo, nos estamos cargando el planeta. Llevamos con este problema desde hace años, la causa principal es la falta de conciencia social porque hasta que no pasó el gran incendio en el Amazonas, pocos grupos sociales internacionales se preocupaban por este gran problema. Gran articulo con buena información.
ResponderEliminar